Un nuevo hogar

Me desperté en una habitación que no reconocía. La habitación estaba bañada por el suave resplandor de una lámpara de araña dorada. Parpadeé, absorbiendo cada detalle que susurraba lujo y indulgencia.

Cortinas de terciopelo en verdes oscuros y marfil caían desde ventanas altísimas, enmarcando una v...

Inicia sesión y continúa leyendo