Aprehensión

—¿Me estás diciendo que podríamos tener sexo? ¡¿Frente a toda la manada?!— Las palabras salieron como un grito aterrorizado.

—Podríamos— repitió Kairn la palabra —. Podríamos. O tal vez no. No es algo de lo que debas preocuparte.

—¿No es algo de lo que deba preocuparme?— repetí incrédula —. ¡¿Tu m...

Inicia sesión y continúa leyendo