Preocupaciones

—Solo prométeme… Si ellos no te hacen feliz, prométeme que volverás a mí— susurró Riley. Podría jurar que mi pecho se hundió en ese momento mientras mordía el interior de mi mejilla, negándome a llorar.

—Lo prometo…— susurré, cerrando los ojos e inhalando profundamente, tratando de mantenerme firme...

Inicia sesión y continúa leyendo