Inútil

—Ahora, ¿por qué no eres un buen conejito y abres la boca? Chupa la verga de mi hermano mientras yo tomo lo que me corresponde.

Quería gritar, llorar, golpearlo, pero mi cuerpo no obedecía. Estaba exhausta, y sus crueles palabras me habían herido de maneras que no podía expresar. ¿Esto seguía siend...

Inicia sesión y continúa leyendo