arrepentimiento

Juniper fue la que me encontró.

De vuelta en la suite, me arranqué el vestido y me quité los tacones, poniéndome un par de pantalones de chándal. Llorando, tiré la ropa que había desempacado de nuevo en mi bolsa.

—¿Luna? —Su voz era suave y preocupada mientras entraba en la habitación—. ¿Estás bie...

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