Solo

No estaba segura de cuánto tiempo había estado corriendo. Mis piernas ardían por el esfuerzo continuo y mis pulmones dolían. Cada pocos minutos, podía escuchar voces resonando entre los árboles detrás de mí, obligándome a seguir. La luz cambiaba en el cielo, el azul daba paso a rosas y violetas mien...

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