La historia de Levi

Desperté en una habitación que no reconocía, en sábanas que olían a hospital. Estériles y vacías. Las paredes eran grises, sin vida, igual que mi interior marchito.

Jadeé al sentarme, mi mano volando hacia mi pecho, tratando de evitar que mi corazón roto cayera sobre las sábanas.

Norrix estaba mue...

Inicia sesión y continúa leyendo