Decisión precipitada.

CAPÍTULO CUARENTA Y NUEVE

AVRIL

—Mi hijo debe vivir, no me importa cómo quieran hacerlo ni lo que piensen al respecto, pero no pueden matar a mi hijo, no lo permitiré —dijo la madre de Chris, y soltó un sollozo más.

—No hay manera de que permitamos que un hombre lobo viva. Mientras sea capturado...

Inicia sesión y continúa leyendo