Capítulo 41 Donde renacen los nombres

El amanecer llegó con olor a lluvia.

La ciudad aún dormía, envuelta en el murmullo de los autos lejanos y el aroma metálico del asfalto mojado.

Entre las sombras de un callejón, una mujer despertó.

No recordaba su nombre.

Tampoco cómo había llegado allí.

Solo que el agua la envolvía como un abraz...

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