Capítulo 42 Sombras en llamas

El amanecer no trajo paz.

El cielo, teñido de tonos naranjas y violetas, parecía arder desde dentro.

Nara observaba el horizonte desde la ventana, con el corazón encogido.

A lo lejos, sobre las colinas, el fuego se movía con forma humana.

Arian.

Sabía que era él, aunque el resplandor que lo rodea...

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