Capítulo 45 El juicio del eco

El amanecer trajo un silencio extraño.

El mar, que solía cantar, permanecía quieto, como si esperara algo.

Nara se despertó sobresaltada, con la sensación de que alguien la observaba desde el otro lado de sus sueños.

El aire olía a sal… y a fuego.

Lian dormía a su lado, su cuerpo envuelto en una ...

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