Epílogo

—Finalmente...—suspiré al terminar el tejido en el que había estado trabajando los últimos días. Lo sostuve con una sonrisa para admirar lo orgullosa que estaba—. ¿Qué te parece, Lulu?—le mostré a mi hija que estaba sentada a mi lado, observando mi producto terminado.

Luciana parpadeó sorprendida—....

Inicia sesión y continúa leyendo