Capítulo 16 - La luz de la luna

Lunaya.

Mi cabeza se sentía terriblemente pesada, y mi piel ardía con un calor incómodo. Apreté los ojos con más fuerza, tratando desesperadamente de orientarme.

—Lunaya —una voz suave me cantó. Sonaba como campanillas suaves en mis oídos. Forcé mis ojos a abrirse y miré hacia el techo. El rostro d...

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