Capítulo 39 - Sexcapades

Zelena.

—¡Oh, Dios mío! —gemí en voz alta mientras me dejaba caer sobre el colchón. Cada músculo me dolía y cada centímetro de mi piel brillaba con sudor caliente. Me siento completamente agotada y exhausta. Giré la cabeza para mirar a Gunner jadeando a mi lado. Solo verlo me hace estar lista y ans...

Inicia sesión y continúa leyendo