Capítulo 8

—Nos encontrarán. Nos encontrarán y nos matarán— susurré para mí misma, caminando de un lado a otro durante la última hora.

Adelante. Atrás.

Como la manecilla de un reloj, marcando cada minuto en anticipación del futuro.

Adelante. Atrás.

Como el aplauso de las palmas, martillando al mismo ritmo.

...

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