Continuación del capítulo 34

Séptima carta:

—Cuando abrí los ojos, Dean, todo lo que vi fue el techo blanco del hospital. ¿Recuerdas cuánto odiábamos este lugar? Maldita sea, yo... Solo me disculpo por todo lo que hice mal contigo. Lo siento, hermano. Te estoy escribiendo estas cartas porque creo que las leerás. Tu sombra siemp...

Inicia sesión y continúa leyendo