Capítulo 137- Roman

Vito solo cruza los brazos y nos observa a mí y a nuestro padre con interés, como si fuéramos una telenovela desarrollándose.

—No tienes que casarte con Serena —dice mi padre—. Dios sabe que no puedo obligarte. Pero sé un hombre de honor y, por favor, discúlpate con ella. Es una niña delicada. Habr...

Inicia sesión y continúa leyendo