Capítulo 55- Roman

—Cuatro meses. Seis horas cada domingo —digo mientras tamborileo con mi dedo índice sobre el mostrador, esperando su respuesta.

—Está bien.

—Bien —sonrío y extiendo mi mano para un apretón—. ¿Amigos?

Ella me mira incrédula—. Nunca seremos amigos.

Sonrío, divertido. Malditamente orgulloso.

Regre...

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