Capítulo 243 No es tan malo como pensaba...

Justo cuando mis labios estaban a punto de encontrarse con los de Katherine, un ladrido agudo rompió el momento.

Katherine se apartó de inmediato, la conexión entre nosotros se había roto por culpa de ese maldito perro. No pude evitar soltar un gruñido de frustración.

—Tu hija ama demasiado a ese ...

Inicia sesión y continúa leyendo