Capítulo treinta y cuatro.

El peso de la culpa.

Leticia despertó en la oscuridad de la madrugada, con el corazón apretado por una culpa insoportable. Daniel dormía a su lado, su respiración suave y acompasada. Ella lo observó, su rostro sereno, tan en paz, y una punzada de dolor la atravesó. Se sentía como un fraude al o...

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