Capítulo cincuenta y ocho.

Día de planificación.

El sol de la mañana se colaba por las ventanas de la cocina, bañando la estancia en un resplandor dorado. Daniel, con una taza de café en la mano, se sentó frente a Leticia. La mano de ella descansaba sobre la mesa, y él, con un gesto suave, la tomó entre las suyas, entrel...

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