Capitulo sesenta y nueve.

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La mañana siguiente, el sol se colaba por las ventanas, iluminando la habitación. Leticia despertó con una sonrisa, aún sintiendo el calor del abrazo de Daniel. Se estiró y lo besó suavemente en la mejilla, pero él ya estaba despierto, mirándola con una sonrisa.

—Buenos días, mi am...

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