Capítulo dieciséis

Adrien se acerca con una sonrisa en el rostro, luciendo más elegante que nunca. Su expresión cambia al verme completamente, sus ojos pierden su brillo por un momento, pero no deja de tocar mi mano.

—Te ves hermosa. —Sus ojos me miden de arriba abajo, notando el vestido azul claro brillante. Luego m...

Inicia sesión y continúa leyendo