Capítulo 45: el ascenso de la marca

El aire dentro de la caverna estaba denso, impregnado de sangre y polvo. Los cuerpos de los cazadores yacían desperdigados como marionetas rotas, pero el eco de la traición de Severin seguía golpeando mis oídos con más fuerza que cualquier rugido del Cónclave.

Adrian se mantenía de pie a duras pe...

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