Capitulo 48: sombras

El amanecer no trajo calma. La tierra aún olía a sangre y cenizas, y aunque los cazadores del Cónclave habían huido o muerto, yo sabía que aquello solo había sido una avanzada, una prueba de fuerza. El verdadero ataque estaba por venir.

Adrian permanecía en silencio, con el torso desnudo y ensang...

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