Capítulo 52: la máscara del traidor

El eco de la batalla aún palpitaba en mis huesos. Las paredes ennegrecidas, el suelo cubierto de cenizas que alguna vez fueron guardianes, y el aire cargado con el hedor de lo quemado eran testigos de lo que acabábamos de sobrevivir. Adrian permanecía junto a mí, sosteniéndome como si temiera que...

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