Capítulo 58: la ciudad bajo sombras

El viaje hacia la ciudad fue un silencio envenenado. Ni Adrian ni yo dijimos palabra, como si hablar fuera suficiente para romper la frágil contención que quedaba en mí después de la batalla. Las marcas en mi piel no habían desaparecido; brillaban bajo la tela de mi chaqueta, pulsando como si fue...

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