Capítulo 63: cuando la sombra gobierna

El amanecer apenas insinuaba su luz entre los muros derruidos de la iglesia cuando comprendí que algo había cambiado en Adrian. Durante la noche su cuerpo se agitó entre convulsiones y sudor frío, y yo lo sostuve sin descanso, como si mi contacto pudiera alejar las garras de Kael de su alma. Pero...

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