Capítulo 71: sombras en la sangre

La madrugada caía sobre nosotros como un manto espeso. El aire estaba impregnado de humo y ceniza, como si la tierra misma hubiera decidido recordar la batalla que apenas horas atrás habíamos librado. Mis músculos dolían, mis heridas ardían, pero lo que más pesaba era el silencio que quedó tras e...

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