Capítulo 74: la caída del coloso

El choque de acero contra acero reverberaba en el corazón del monasterio en ruinas. Adrián, jadeante, sentía que cada músculo de su cuerpo ardía, pero sus ojos no perdían el fuego. Frente a él, el Leviatán rugía como una bestia ancestral, su espada colosal trazando arcos de muerte que destrozaban...

Inicia sesión y continúa leyendo