Capítulo 76: el despertar de la loba

El eco de mi propio aullido todavía vibraba en las ruinas, un rugido ancestral que no había salido solo de mi garganta, sino de algo mucho más profundo. El aire alrededor parecía arder con energía invisible, y mis manos, temblorosas, brillaban con un resplandor plateado que iluminaba la penumbra....

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