Capitulo 80: el eco del cónclave

El suelo de la Senda vibró bajo nuestros pies, como si una tormenta subterránea estuviera despertando. El aire, antes limpio y plateado, comenzó a oscurecerse con sombras que se retorcían como serpientes vivas. Los aullidos regresaron, más cercanos, más nítidos, arrancando ecos que parecían rasga...

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