11. El ganador se lo lleva todo

Tal vez aferrarse a la pierna de un cambiaformas fue una mala idea. Un gruñido surgió de su garganta.

—¡Suéltalo! —grité—. ¡Suéltalo o serás un mal chico!

Eso pareció enfurecerlos. No pasó mucho tiempo antes de que me patearan un montón de tierra en la cara. Pero yo era una luchadora y no dejé que...

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