35. El final perfecto para una noche desagradable

Cindy

Me acerqué a él y apoyé mi cabeza en su hombro. —Espero que no te moleste que haga esto.

—No —respondió Antonio—. De hecho, quería consolarte, pero no sabía si querrías eso.

Su confesión hizo que mi estómago se revolviera.

Cerré los ojos y respiré su aroma.

—¿Interpreté mal las costum...

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