49. Le gustas a Reiss, Cindy

—¿No te has dado cuenta? —me preguntó. Negué con la cabeza.

—No realmente. No es del tipo que sonríe mucho. Y generalmente está ocupado, así que cuando no lo estoy ayudando, me mantengo al margen.

Levanté mi pierna y la coloqué sobre sus muslos. Antonio la sostuvo por debajo de la rodilla, fijándo...

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