94. El veredicto

Cindy

Cuando levanté la vista con los ojos entrecerrados, Antonio nos estaba observando.

Tenía la mano derecha sumergida en el agua. Pese al vapor, podía ver claramente cómo se movía arriba y abajo. Nos miraba con un hambre en los ojos que podría hacer ceder a un Alfa.

Devolví casi tanto co...

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