CAPÍTULO 43 - Unos por uno

Una semana después.

El silencio después del entierro fue una rabia contenida. Nadie habló durante horas: los leales se movían como sombras por la sala, con los rostros endurecidos, los ojos vidriosos. Finn fue el primero en cerrar la puerta y encender la vieja lámpara que había colgado en la pared....

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