Capítulo 22 Nuestros deseos sexuales

Mientras la azoto, Grace pregunta con tono sorprendido:

—¿Qué fue eso?

—Eso fue por dejar a tu esposo solo en la piscina —respondo en tono burlón, agarrando su cintura y acercándola hacia mí, robándole el aliento.

—Pero, querido esposo, me estás enfadando. Solo aléjate —intenta liberarse de mi ag...

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