Capítulo 54 ¡Curación!

Después de acostar a los gemelos, los colocamos suavemente en la cuna. Luego, nos recostamos en la cama, abrazándonos.

Un pensamiento cruza por mi mente, y me disculpo, rompiendo el pacífico silencio.

—Grace, lo siento.

Ella levanta la cabeza de mi pecho y me mira, frunciendo el ceño con confusió...

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