Epílogo (2)

Grace’s P.O.V.

Unos días después

—Sabes, si no quieres, podemos volver a casa —susurra Steve, entrelazando su meñique con el mío, sentado en el asiento del conductor a mi lado. Los gemelos están en los asientos traseros del coche, absortos el uno en el otro.

Estamos visitando la casa de Jace y Za...

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