Capítulo 27

Fuera de la sala de operaciones, Sebastián fruncía el ceño y sus ojos oscuros emitían un frío inexplicable.

¿Ese niño se había ido así de fácil?

El corazón de Sebastián se estremeció ligeramente, pero al siguiente segundo se calmó.

Si el niño se había ido así de fácil, realmente sería demasiado f...

Inicia sesión y continúa leyendo