Capítulo 30

—Eso es perfecto. ¿No es más emocionante dejar nuestras huellas aquí?

Las palabras despreocupadas de Sebastián menospreciaron a Cristina.

—¡Maldito!

Cristina resistió, sintiéndose profundamente humillada.

Sebastián ignoró a Cristina y continuó saqueándola repetidamente.

Aunque Sebastián aborrec...

Inicia sesión y continúa leyendo