Capítulo 361

Sus ojos se encontraron.

La mirada de Sebastián era tierna y afectuosa mientras colocaba su mano en la cintura de Cristina. —¿Me harías el honor?

Cristina asintió. —Está bien, entonces está decidido.

Después de salir del coche, Cristina no miró atrás y se dirigió directamente a la oficina.

Justo...

Inicia sesión y continúa leyendo