Capítulo 381

La voz profunda y ronca de Sebastián tenía un atractivo irresistible.

Christina levantó la mirada, encontrándose con su sonrisa diabólica, y negó con la cabeza. —No quiero.

Su tono era firme, sin dejar espacio para la negociación.

La sonrisa de Sebastián se congeló. Instintivamente extendió la ma...

Inicia sesión y continúa leyendo