Capítulo 43

Los ojos de Atenea destellaron con un toque de sorpresa, y luego dirigió su mirada hacia Sebastián.

—Explícalo tú.

—Laura tiene razón. Vi a Cristina sosteniendo un cuchillo en el cuello de Laura. Si no hubiera llegado a tiempo, Laura habría estado en problemas.

Los ojos de Sebastián eran fríos e ...

Inicia sesión y continúa leyendo