Capítulo 440

Arruinado.

Ese pene estaba arruinado.

Nunca funcionaría de nuevo.

Christina sintió una extraña sensación de satisfacción. Después de vomitar, miró sin parpadear.

Sebastián tenía el corazón roto. Le cubrió los ojos con voz ronca.

—No mires, es demasiado.

—¿No fuiste tú quien me dijo que mirara?...

Inicia sesión y continúa leyendo