Capítulo 482

La temperatura a su alrededor seguía bajando.

El aire se sentía pesado.

Athena miró intensamente a Christina, exigiendo una respuesta.

Después de un momento, preguntó de nuevo —Bueno, ¿puedes hacerlo o no?

—¿Y si no puedo?

Christina sonrió con malicia, su tono ligero y burlón, con un toque de d...

Inicia sesión y continúa leyendo