Capítulo 484

La voluptuosa figura de Christina, con sus curvas tentadoras, apareció de repente ante los ojos de Sebastián.

Su delicada piel clara era suave como la seda, tentadoramente tocable, despertando en él un deseo ardiente.

De repente, el agua se detuvo y la puerta del baño se abrió.

Sebastián presionó...

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