Capítulo 53

La espalda de Christina dolía por el impacto, y rápidamente sacudió la cabeza.

—No, está lloviendo a cántaros afuera, y él solo me dejó aquí.

Christina podía notar que Sebastián estaba furioso. Si decía algo incorrecto, sería ella quien pagaría.

No podía ignorar al bebé en su vientre.

Sebastián ...

Inicia sesión y continúa leyendo