Capítulo 43 A la espera de tiempo

Emily se agachó frente a los regalos, suspirando.

—¡Vaya, señor Smith, esto es un fastidio! Estas cosas cuestan una fortuna. ¿Qué tal si le ayudo a venderlas en línea?

—Emily, te dije, si te gustan, quédate con ellas. ¡Ni pienses en venderlas por dinero!

James luchaba por mantener sus emociones b...

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